Desorganización Transitoria

foto de freepik.com
Agobio al enfrentar un nuevo momento en tu vida

Ya llevaba varias semanas sin pasarme por aqui; entre el verano, el regreso al cole de mi hijo y el retomar varias tareas que había dejado de lado, el tiempo se pasa y ni te das cuenta; sí, nos pasa a todos; y para introducir el tema, podría decirse que esto ya es una desorganización transitoria.

Espero que terminases de pasar un verano espectacular y que el inicio del otoño te esté tratando bien con estas lluvias y fuertes vientos que llegaron al país.

Retomando el hilo del tema que estamos tratando en el blog en donde te comentaba que hay diferentes niveles de desorganización y que dependiendo de cada uno de ellos encontramos características, sus causas, e impacto en la vida de la persona y cómo se pueden tratar cada una de estos niveles.

El día de hoy quiero que entremos en detalle en la Desorganización Transitoria, que como su nombre lo indica, es temporal y pasajera. Tod@s la hemos vivido y viviremos en determinados momentos de nuestras vidas; como lo es una mudanza, un cambio de trabajo, una enfermedad, el nacimiento de un bebé, y muchas otras más experiencias de vida que tendremos cada uno de nosotros. Estos eventos son estresantes; unos más que otros, y suelen generar un desorden temporal en nuestro entorno y rutinas; lo que se conoce como desorganización transitoria.

Por una parte se empieza a acumular algunos objetos en espacios puntuales, haciendo que se vea desordenado y tengamos cierta dificultad en encontrar las cosas, lo que nos ocasiona una interrupción en las rutinas diarias.

Esta acumulación y desorden puede generarte emociones como estrés, frustración y una sensación de agobio e impaciencia; emociones con las que empiezas a tener problemas de concentración, sentimiento de no tener el control de la situación y de que incluso el tiempo se te escapa entre las manos. Y así, la bola de nieve continua creciendo impactando tu entorno, pues tus espacios de trabajo y/o vivienda no resultan del todo funcionales retrasando tus rutinas, lo cual ocasiona conflictos ocasionales con las personas con las que compartes esos espacios.

¿Qué impacto puede tener esto en tu vida?

Para que podamos hacer un análisis propio de nuestra situación, podemos empezar con identificar si se han visto afectados los siguientes aspectos en nuestra vida:

Relaciones personales: Estás un poco más irascible y estás empezando a tener conflictos con tus compañeros de casa o familiares.

Salud física: Empiezas con un poco de insomnio, dolores de cabeza y tensión muscular debido al estrés.

Productividad: Tienes dificultad para poder concentrarte, cumplir con los plazos y tienes la sensación de perder tiempo buscando algo que necesites.

Bienestar emocional: Empiezas a sentir frustración, ansiedad y baja autoestima.

Es importante destacar que en todos los niveles de desorganización se presentan estas características; pero siempre van “in crescendo” (aumento gradual).

Para poder ayudar a una persona que está experimentando este tipo de desorganización, o eres tú el que cree que la puede estar viviendo; es preciso que se realice una evaluación de la situación apoyándote en profesionales al respecto como lo somos los organizadores profesionales, ya que tenemos herramientas de evaluación, los cuales nos ayudan a identificar en qué nivel te encuentras.

Si el resultado es que te encuentras en una desorganización transitoria, hay varias herramientas que nos pueden ayudar al respecto, siempre teniendo en cuenta tu estilo de vida y lo que es o no funcional para ti; con base en esto aplicaríamos diferentes herramientas de organización y gestión del tiempo que poco a poco irán poniendo las cosas en su lugar (nunca mejor dicho jeje ).

Es casi imposible decirte que nunca más vas a volver a tener un episodio de desorganización transitoria, pero sí que se pueden evitar o disminuir su impacto en nuestras vidas; aplicando rutinas y hábitos efectivos que puedan cambiar en el tiempo de acuerdo al momento que estés experimentando en tu vida. Y finalmente aprender a decir NO, para no sobrecargarte de tareas que te distraerán de tus prioridades y responsabilidades.

La desorganización transitoria es normal experimentarla, pero es importante reconocerla a tiempo para poder tomar medidas para superarla en el menor tiempo posible, reduciendo el estrés y recuperando el control de tu vida.

En el próximo artículo te traeré el detalle de la Desorganización Crónica y sus implicaciones de una forma más profunda.

Si tienes alguna duda o quieres saber de qué forma te puedo ayudar en tu situación, puedes escribirme directamente a contacto@transformaop.com y con gusto te guiaré en el camino.

Un abrazo y bendiciones.

Sin comentarios

Publicar un comentario